Oscar Salas Bracamonte
Doctor en Economía - ExO FundationEn el Perú, se realiza una subdivisión cuando se habla de PYMES: microempresa (1 a 10 trabajadores), pequeña empresa (de 11 a 50 trabajadores) y mediana empresa (entre 51 a 250 trabajadores).
Asimismo, se utiliza la palabra MYPES para referirse a micro y pequeñas empresas; si el negocio no supera las 150 UIT en ventas anuales, es una microempresa. Si las ventas anuales están entre las 150 y 1700 UIT, es una pequeña empresa.
Las PYMES son uno de los más importantes sectores económicos del país, pues representa el 96.5% de las empresas que existen y dan empleo a más de 8 millones de peruanos.
Sin embargo, la conformación y duración de muchos de estos negocios se ven afectadas por una serie de mitos que es necesario romper.
Mito 1: Las PYMES no requieren de planificar estratégicamente
Es frecuente asumir que estos negocios se enfoquen en la venta dura de sus productos o servicios, sin contar con planes guía que permitan optimizar recursos o mejorar procesos.
Pues bien, todo negocio, independientemente de su tamaño, es susceptible de adoptar estrategias que les permitan mejorar sus ventas o aumentar la calidad de sus productos o servicios. El primer mito que hay que demoler es este, pensar que los planes estratégicos son sólo para grandes empresas.No importa el giro de tu negocio, sino entenderlo desde una visión corporativa, cosas que en la mayoría de los casos se pasa por alto. Los argumentos de que “mi negocio es pequeño” o “sólo me dedico a vender mis productos” impiden implementar mejoras en los procesos clave.
Mito 2: Mi empresa es sólo familiar
Según la Asociación de Empresas Familiares (AEF), se estima que en nuestro país hay más de 1.6 millones de empresas familiares (70% del total), anualmente se crean casi 20,000, contribuyen con más del 40% del PBI y llegan a generar entre el 60% y 70% del empleo a escala nacional.
Con muchas excepciones, esto tiene algunas desventajas. La principal es trasladar la jerarquía e idiosincrasia familiar al modelo de negocio. Lo que diga la cabeza del negocio, se realiza sin consulta ni plan, es una decisión que no acepta duda.
El hecho que una empresa sea familiar, no significa que no pueda contar con una planeación estratégica para mejorar las operaciones más importantes, con el fin de las decisiones sean adoptadas en base en criterios de negocio claros, y no como se toman las decisiones al interior de una familia.
Si se ajusta esta visión y se comienza a pensar en el negocio desde un enfoque corporativo, cualquier empresa podrá establecer objetivos claros, que se enfoquen en el crecimiento, es la adaptación del negocio, que sea una empresa sustentable. Esto dará confianza al equipo de trabajo y mejora la relación con clientes habituales o futuros.
Mito 3:Nuestros productos se venden bien y no necesitan otro valor adicional
La generalidad de negocios que ofrecen productos tiene tremendamente delimitadas las características que deben cumplir para que sean negociables. En general, sean bienes o servicios, casi siempre se habla del precio, calidad, diseño o empaque, los mismos que se consideran como “suficientes” para adquirirlos u ofertarlos, sin embargo, la realidad es que, por sí solos, ninguno de estos elementos puede superar las expectativas del cliente.Para lograrlo de manera eficaz, es importante ofrecer alternativas que concedan satisfacciones adicionales que acompañen al producto o servicio. Todo tiene que estar centrado en mejorar la experiencia del cliente o que el producto o servicio, solucione más problemas de los que él espera.
Mito 4: Innovar… ¿Para qué, cuesta mucho?
Si bien es algo que está cambiando -voluntaria u obligadamente por la actual pandemia- , el nivel de inversión en innovación de muchas empresas es limitado (ni que decirlo a nivel nacional). Una de las principales causas de este problema es creer que la innovación es gasto y no inversión, que vale mucho. Nada más apartado de la realidad.Una evaluación operativa estratégica bien efectuada, puede ayudar a que cualquier negocio identifique sus procesos más susceptibles de automatizarse o tercerizar actividades a costos relativamente bajos, innovar en la empresa ayuda a reducir tiempos y costos, asiste en el ahorrar recursos, reducir los errores, mitigar riesgos y tener mayor control de toda la cadena de valor del producto o servicio.
Mito 5: Mi empresa no necesita cultura organizacional
Como ya vimos, la mayoría de las PYMES en el Perú, son formadas por familiares, lo que hace que se piense en una empresa familiar, y no un negocio que deba tener una cultura organizacional sólida.
Pensar a una PYME como una organización con su propia cultura, permitirá enfocar todo su esfuerzo hacia metas claras y de largo plazo, que vayan más allá de las ganancias y las utilidades.
Una cultura organizacional debe contemplar contratar a las personas que realmente necesita y agreguen valor al negocio, y no al primo o al tío que se quedó sin trabajo. Debe de contar también con un líder que busque mejorar continuamente. No se debe dejar de lado la capacitación constante.
¿Qué soluciones ofrecemos en Contsulting?
Toda empresa, es susceptible de mejorar sus procesos clave para lograr sus objetivos.
Entender a las empresas desde un enfoque corporativo permitirá mejorar los procesos, innovar y generar valor a sus productos y servicios.
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